sábado, 12 de febrero de 2011

El sueño del chico


¡Ya sé lo que quiero ser cuando sea grande...! Antes deseaba ser parlamentario, ganar mensualmente cerca de 20 millones de guaraníes con solo levantar la mano y gritar "aprobado", pero en estos días cambié radicalmente de idea. Ahora prefiero ser ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del cambio... pero manteniendo a la vez el cargo nominal de Consejero de Itaipú.
De este modo, puedo embolsillarme limpiamente... ¡59 millones de guaraníes! Un salario mucho más alto que el de mis otros colegas ministros, que solo ganan 12 millones. Sin contar viáticos, gastos de representación, gratificaciones, vehículos y todos los privilegios que acarrea tan alto y digno cargo.
Claro... para eso debo tener el perfil de heroico luchador estudiantil y gremial durante la dictadura, destacado dirigente de partidos y movimientos de izquierda, y en tal carácter cuestionar públicamente el escandaloso robo y despilfarro del dinero público que han cometido los sucesivos regímenes colorados... y prometer que cuando nosotros lleguemos al poder haremos un Gobierno totalmente distinto, políticamente ético, austero en la administración de los recursos estatales y solidario con los más pobres.
Cuando la alianza política a la que pertenezco gane las elecciones y a mí me elijan parlamentario del Mercosur, en lugar de ejercer el cargo para el cual fui votado, voy a preferir ser nombrado miembro del Consejo de Itaipú, allí donde se pagan sueldos astronómicos que no condicen con la realidad social del país. Y si luego el presidente me ofrece además el cargo de Canciller, voy a declarar ante la prensa que conservaré los dos cargos, pero como soy de izquierda, progresista y solidario con los pobres, anuncio que optaré por el sueldo más bajo, el de 12 millones, porque eso es lo que da buena imagen.
Claro... como en este país todo se acaba descubriendo tarde o temprano, si la prensa llega a averiguar después que en realidad me hice el ñembotavy y me quedé calladamente con el salario más alto -el de 59 millones, je...-, voy a defenderme diciendo que me hice asesorar y tengo dictámenes jurídicos de que la Ley solo prohíbe cobrar dos salarios, no el salario más alto, (el del cargo que no ejerzo, aunque siga figurando, je).
¿Qué importa que esta incongruencia mía -por no decir otra cosa-decepcione a tantos y aumente aun más el creciente desprestigio de un Gobierno que prometía ser distinto, y les haga un daño muy grande a tantos compañeros míos que si intentan ser coherentes con los ideales que alguna vez nos unieron? Total... he cumplido mi sueño.

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