viernes, 15 de abril de 2011
No se metan con el guaraní
La caudalosa polémica provocada por los desafortunados tuiteos (mensajes en la red social Twitter) de la locutora de Radio Venus, Carmiña Masi, alabando a una presunta prohibición del idioma guaraní por parte de los directivos del Sistema Nacional de Televisión (SNT), sirvió para algo bueno: ayudó a alejar cualquier amenaza de proscripción de nuestro lenguaje nativo en los medios masivos de comunicación, y reflotó un sentimiento colectivo de defensa y revalorización de un elemento cultural que permanece tan vivo, pero sigue siendo objeto de discriminación, desvalorización y prejuicios por parte de algunos sectores.
No quedó claro si realmente hubo una orden del responsable de prensa del medio televisivo, el argentino Jorge Pizarro, prohibiendo que los periodistas hagan reportajes en idioma guaraní, pues la primera información que divulgó el diario Popular no tenía fuentes responsables identificadas. Ante el desmentido de Pizarro, ningún trabajador del canal avaló públicamente la denuncia, aunque en un reportaje del periódico digital E’a se afirma que periodistas del SNT confirmaron “of the record” que hubo una reunión el 9 de abril, entre Pizarro y el plantel periodístico, en la que el argentino “dio instrucciones de que se evitarán las notas periodísticas habladas en guaraní, y que en último caso, si es inevitable el uso de este idioma, se procediera a su traducción y sub titulación para su publicación en el noticiero y en los programas”.
Tras la repulsa mediática, fue positivo ver como varios animadores televisivos se esforzaban por intentar demostrar que sabían hablar guaraní. También es destacable el pedido público de disculpas de la locutora Masi. Es cierto que uno tiene todo el derecho a expresar su opinión (como los demás tienen de responderle), pero hay cuestiones que tienen que ver con el sentimiento cultural de un pueblo, que exigen una mínima actitud de respeto de quien pretende ejercer el rol de comunicador social. Ojalá realmente haya aprendido una importante lección.
En medio de la hojarasca de opiniones, han resurgido viejos prejuicios, como de que el uso del guaraní entorpece y atrasa nuestro desarrollo como pueblo. Japoina. Lo que nos atrasa no es el guaraní. Lo que nos atrasa es la corrupción, es la pobreza y la ignorancia que corrupción genera, es la mediocridad y la ineficiencia de la mayoría de nuestros políticos y de nuestras autoridades. Por el contrario: el guaraní nos mantiene culturalmente unidos y en resistencia contra este atraso.
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Ni más ni menos mi querido amigo, sin embargo debo decirte que eso pasa porque siempre se ha estigmatizado la lengua guaraní. Cuando era un escolar, lo recuerdo hasta hoy, se nos prohibía hablar en guaraní, cualquiera que lo hiciera era tildado de "guarango". Luego vino la "implementación de la "lengua materna" en la enseñanza en las escuelas del interior, con docentes pésimamente preparados y aquello acabó por empeorar la cosa. Mi hijo de dieciocho años tiene serias dificultades para "expresarse en castellano" porque en su escuela solo se le hablaba en guaraní, los textos escolares nunca eran explicados, apenas "copiados" y memorizados. Entonces no tenían ninguna costmbre de hablar en español, para peor su guarani no es siquiera el real, sino el Jopará.
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