viernes, 1 de febrero de 2008

Ciudad del Este: Un largo viaje de la dictadura a la democracia


“Quien viene de otro sueño feliz de ciudad/, aprende de prisa a llamarte de realidad…”
(Caetano Veloso, “Sampa”).

Naciste hace 51 años con el nombre de un sanguinario dictador, bautizada con el salvaje rumor del río y de la selva, entre remolinos de tierra roja como sangre, pero fuiste capaz de atraer y encender las mejores esperanzas de miles de familias de las más diversas culturas.
Naciste como un sueño de ambición geopolítica para los planes de la expansión bandeirante, edificada sobre la negra historia de los “mensú” esclavos del yerbal, pero supiste convertirte en un enclave estratégico del Paraguay, en medio del violento triángulo del Cono Sur latinoamericano.
Naciste glorificada por sicarios y torturadores travestidos en héroes cívicos. La nómina de algunos de tus pioneros fundadores se iguala con la lista de los delincuentes más buscados por crímenes contra los derechos humanos y el patrimonio del Estado. Pero detrás de tu historia oficial hay otra historia sumergida, que habla de revueltas sociales y resistencias heroicas, de luchadores y mártires. ¿Será por eso que en tus calles hoy conviven la estatua del dictador taiwanés Chiang Kai-shek con el monumento al libertador Simón Bolívar?
Naciste como una nueva “El Dorado” entre los montes del Alto Paraná, centro neurálgico de la “Marcha hacia el Este”, oasis en medio del desierto verde que sedujo a caravanas de migrantes de todos los rincones del país y de diversas partes del mundo, atraídos por la ilusión de un nuevo futuro de obras hidroeléctricas y puertos comerciales.
Naciste planificada a escala humana y ambiental como la exuberante “Ciudad Jardín”, con tus arboladas y anchas avenidas, tus espacios públicos diseñados cual una Brasilia guaraní y subtropical, pero a poco de echarte a andar te hicieron “Jardín de la corrupción”, subastaron tus paseos y plazas para instalar precarias galerías y casillas de venta informal, transformándote en un gigantesco bazar persa, en una subdesarrollada ciudad-shopping que ahuyenta a los turistas y atrae a los contrabandistas, y ni los mejores esfuerzos de tus nuevas autoridades han conseguido aún devolverte la imagen con que tus hijos te sueñan.
La tragicómica paradoja del destino hizo que el mismo dictador que te dio tu denominación original fuese derrocado con violencia del poder en la misma fecha de tu cumpleaños, hoy hace ya 19 años. Desde día ese te quedaste sin nombre, al igual que tantas calles, avenidas, plazas, escuelas y localidades del país. Y en la prisa por re-nombrarte optaron por lo más obvio: tu ubicación geográfica. Si Concepción es la ciudad del Norte, Encarnación la Ciudad del Sur, Asunción la ciudad del Oeste… esta Ciudad del Este que alguna vez fue Puerto Presidente Stroessner, ¿cómo se llama realmente?
Hoy cumples 51 años… y es un desafío descubrirte y sentirte de otra manera, para aprender a amarte por detrás de la estereotipada –aunque real- imagen del Puente de la Amistad colapsado de vehículos y hormigas humanas, del incesante tráfico legal e ilegal de lo que alcances a imaginar, de tus veredas atestadas de “mesiteros” y “sacoleiros”, de “motoqueiros kamikazes” que te atropellan en cualquier esquina, del periódico estallido de la violencia en los titulares de la crónica roja.
Porque detrás de esta urbe caótica y caricaturizada por los medios de comunicación, habita otra ciudad -¿otras ciudades?- de encantos mágicos, de rincones secretos con el aporte de múltiples culturas migrantes, de músicas exóticas y riquezas culinarias, de artículos y productos que no existen en otras partes del mundo, de un paisaje verde junto al río y un aire tan transparente que hiere la vista, de una forma de ser y celebrar la vida que solo se entiende bajos los peculiares códigos de la frontera.
Crítica, intensa, subyugante, contradictoria, vital… la capital del Alto Paraná celebra su 51 aniversario con severos interrogantes y profundas esperanzas. ¡Salud y felicidades!

P.D.: Desde Ciudad del Este, un gran abrazo solidario a los sobrevivientes y familiares de víctimas del incendio del Supermercado Ycua Bolaños, en este histórico día en que se aguarda la sentencia del juicio sobre la gran tragedia que ocasionó 400 muertos y marcó a fuego a la conciencia nacional. En un país en que la verdadera justicia se ha vuelto una utopía casi inalcanzable, solo la activa resistencia cívica puede garantizar que la memoria siga viva. El 2 de febrero de 1989 se acabó la dictadura. El 2 de febrero de 2008, ¿se acabará la impunidad?

1 comentario:

  1. Que foto más espectacular, un arco iris doble!!!!! Los arcoiris superpuestos son muy difíciles de ver, y dicen que presagian cosas buenas.Por la forma en que describís Ciudad del Este, me dan ganas de ir para allá, de conocerla, de caminarla, perderme en ella.
    Saludos Andrés, éxitos.

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