jueves, 25 de octubre de 2007

La sonrisa de un angel que se aferra a la vida


Cuando ella sonríe, el mundo se ilumina…
Se llama Milagros de Jesús Noguera Pico, tiene apenas 10 meses de edad, y el nombre no le fue puesto al azar. Que ella esté viva es un verdadero milagro, un prodigio del amor y de la caridad de muchas personas de Ciudad del Este y de todo el Paraguay.
Tiene carita de angel, como esos de las estampitas que se reparten en los bautismos de Iglesia. El pelo rubio insiste en crecer, por más que los médicos le han tenido que pelar la cabeza y llenarla de sondas, agujas, inyecciones, medicamentos, cirugías. A pesar del dolor que siente, ella sonríe en brazos de mamá Lourdes, con todas las ganas de vivir… y el mundo se ilumina.
Milagritos nació con una enfermedad de nombre raro: la hidronefrosis bilateral, que según explican es un mal congénito que dilata los riñones. Cuando ella vino al mundo, en vísperas de la última Navidad, a los médicos les costó diagnosticar porqué lloraba tanto, qué es lo que tanto le dolía. Siempre dentro de una incubadora, con sondas vecical y nasogástrica, estuvo internada en el Hospital Sagrada Familia, de Presidente Franco, y después en el Hospital Los Ángeles, en el kilómetro 7 de Ciudad del Este, donde el 25 de diciembre se descompensó y parecía que no iba a sobrevivir.
Pero el simbolismo de su nombre surtió efecto y ella empezó a reír. La batalla por la vida cobró más y más fuerzas. Manos solidarias le consiguieron un lugar en el Hospital Pediátrico Acosta Ñu, de San Lorenzo, en donde estuvo más de un mes. Allí los médicos le dijeron a los papis que en el Paraguay no hay cura para Milagritos. “Mejor preparen unos 50 millones de guaraníes, como mínimo, y llévenla al Brasil o a la Argentina”, fue el consejo.
Servio, el papá, trabaja duro como ayudante albañil y gana apenas 400 mil guaraníes al mes. Lourdes, la mamá, no puede trabajar desde que comenzó el calvario de la beba, dedicada día y noche a cuidarla. ¿De donde iban a sacar el dinero para tan costoso tratamiento en el extranjero?
Pero los papis no estaban dispuestos a rendirse. Sobre todo Lourdes, que con Milagritos en brazos anda por todas partes golpeando puertas. En estos meses ha conseguido mucho: que la niña fuera sometida a dos cirugías. En la última, en el Hospital Nacional de Itauguá, le sacaron el riñón izquierdo, el que menos funcionaba, y sometieron el otro riñón a un fuerte tratamiento para detener la infección.
Ahora Milagritos necesita otra cirugía fundamental, un reimplante de uretra, ya que en lugar de las dos normales, ella nació con cuatro. Para completar lo que costará la operación, sus padres necesitan unos 15 millones de guaraníes. Suma inalcanzable para ellos, que ya han gastado casi todo lo que tienen.
Por eso, aquí vamos, toda Ciudad del Este y Alto Paraná, en una cruzada por salvar la vida de este angel que sonríe y se aferra a la vida. Muchas personas se han unido y distribuyen volantes en las calles o vía Internet. El sábado 27 se realiza un maratón solidario en la Plaza de la Paz, frente a la Municipalidad de CDE. ¡Todos juntos con Milagros!
Algo pasa en el Paraguay, en estos días. Primero fue el caso de la pequeña Mía Valentina Ortiz, que sensibilizó al país en una cruzada sin fronteras, demostrando una vez más el gran valor de Internet como red de conexión y comunicación social. Luego el de la pequeña Moira Serafini, que tuvo que ser llevada a la Argentina ante la incapacidad paraguaya para atender su grave enfermedad. Y ahora, desde el Este, el caso de nuestra princesita Milagros. Todas niñitas de meses, caritas de angel, sonrisas a flor de labio, tan pequeñitas y ya dando testimonios de lucha tenaz y de amor a la vida.
Por detrás de estas historias está la dura y cruel realidad de un Estado indolente que no tiene respuestas para las enfermedades graves y complejas, y que deja a su población abandonada a su suerte. Está la dura y cruel realidad de los seguros médicos privados que directamente excluyen de cualquier plan a este tipo de casos, y solo queda apelar a la solidaridad ciudadana, un valor tan paraguayo que gracias a Dios sigue vivo y latente, y puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Está la dura y cruel realidad de tantos niños y niñas humildes que simplemente se mueren, porque sus padres no han sabido o no han podido acceder a los medios de comunicación para impulsar una campaña solidaria.
Si, convengamos en que la caridad asistencialista no es solución de fondo, tan solo un parche para un problema estructural… pero es un parche que salva vidas humanas. Y mientras esperamos que políticos y autoridades más sensibles y patriotas se preocupen por crear un sistema de salud más justo y equitativo, tratemos de no dar la espalda a este llamado de solidaridad.
Los que quieran ayudar a salvar la vida de Milagros de Jesús pueden acercar sus aportes a los teléfonos (0983) 291426 y (061) 575001. ¡La sonrisa de un angel les está esperando!

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